La apodaban la Pirinola y casi nadie sabía por qué diablos le encajaron ese apelativo, tampoco adivinaban la razón por la cual fuera tan desconocido…
La apodaban la Pirinola y casi nadie sabía por qué diablos le encajaron ese apelativo, tampoco adivinaban la razón por la cual fuera tan desconocido…
…Y fue la última llamada.